Son esencias de flores silvestres que armonizan nuestra mente y emociones mitigando el malestar físico. Fueron descubiertas por el Dr. Edward Bach, médico bacteriólogo y homeóópata inglés, en 1930. La Organización Mundial de la Salud ha resaltado sus beneficios para la salud en 1984, incluyéndola en su informe de medicinas no tradicionales. No tienen ninguna contraindicación ni antagonismos, pueden ser tomadas por todos y son compatibles con cualquier otro tratamiento.